La veía, todos los días, incluso pensé en que llegué a conocerla, era una amiga en la que podía confiar.
Desde mi ventana, le contaba en susurros que desde hacía tiempo me encontraba solo, pero ella me había dado fuerza, me hacía compañía en la distancia, ya no tomaba mi café solo.
Desde mi ventana, le contaba en susurros que desde hacía tiempo me encontraba solo, pero ella me había dado fuerza, me hacía compañía en la distancia, ya no tomaba mi café solo.